En marzo del año 2016 un escalador descubrió las pinturas rupestres de las Brucardes en una balma que forma un abrigo natural de 6 metros de longitud por 2 metros de altura cerca de San Fruitós de Bages.
Es un mural compacto realizado en un solo momento cronológico. Se pueden identificar 11 figuras de quadrúpedas, representaciones esteliformes y barras del que se denomina arte esquemático, caracterizado por su diseño muy básico y buscando la mínima expresión.
Uno de sus rasgos más singulares es el hecho que se trata de uno de los primeros conjuntos de pinturas rupestres documentados en la Cataluña Central (el otro se encuentra en Castellar de Riu, Berguedà), lo cual abre nuevas líneas de investigación y de interpretación científica a considerar.
El punto de acceso se encuentra en la urbanización residencial Las Brucardes, a la confluencia de la calle Riu d’Or con la calle Cau de la Guineu.
Siguiendo las señalizaciones se atraviesa el Pla dels Rovellons y después de 5 minutos andando, encontraréis el conjunto de pinturas protegidas por una valla de seguridad.