La última etapa del Camino Ignaciano transcurre en la comarca del Bages. Etapa 27 que se inicia en la plaza de la Abadía de Montserrat y continúa por el Camino de los Degotalls. Por delante, nos espera una caminata mayoritariamente con tendencia descendente pasando por el monasterio de Santa Cecilia y San Esteve de Marganell, San Cristòfol i Jaume de Castellbell y el pueblo de Castellgalí. Aquí se inicia un tramo ascendente que culmina en la sierra de Montlleó, donde encontramos la subida más destacable de la etapa y donde una vez aquí, el terreno ya se suaviza hasta la Bodega Oller del Mas y llegar a Manresa. La Cueva de San Ignacio nos marcará el final de etapa y de este Camino.
El Camino Ignaciano recrea el itinerario que el caballero Ignacio de Loyola recorrió en 1522, desde Loyola (Azpeitia, País Vasco), su pueblo natal, hasta Manresa, ciudad donde residió durante 11 meses antes de viajar a Tierra Santa. Manresa se convirtió desde entonces en el emplazamiento clave en la vida y obra del Santo. Es en esta ciudad donde San Ignacio, fundador de la orden de la Compañía de Jesús (Jesuitas), tuvo las experiencias místicas y espirituales que inspirarse en la redacción de su obra principal: los Ejercicios Espirituales. La ruta, dividida hoy en día en 27 etapas, transcurre durante 650 km por cinco comunidades autónomas: País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña.