Durante la Alta Edad Media, la capital de la frontera de la Cataluña Vieja ya es la ciudad fortificada de Manresa. En época de Guifré, en 889, todavía la encontramos documentada como ciudad de Manresa que con su hijo Sunyer I, ya será capital de condado y del campo de Bages. En el siglo X, el centro del espacio fortificado de este burgo se distribuye entre cima del monte del Cardener, defendiendo la frontera desde sus riscos, y el monte del Mercadal.

Claustro románico y salas del palacio y del antiguo castillo del conjunto. Visitable en determinados horarios o concertados.

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Este castillo está vinculado a los castells de frontera de Guifré.