Hoy en ruinas, fue un importante hostal del camino real de Manresa a Barcelona, donde los arrieros y viajeros se alojaban para proseguir su marcha de 13 horas que separaba a las dos ciudades.
El hostal de San Jaime, fue también un importante cuartel y centro de defensa del camino real y de los municipios cercanos durante la Guerra del Francés. También durante la posguerra fue escenario de la actividad de los maquis, muy presentes en los parajes más salvajes del Bages sur. También se conserva una ermita de origen románico que se restauró en el siglo XV y se mantiene en buen estado de conservación.