A la orilla del río Llobregat, Castellbell i el Vilar es la última fortaleza a la puerta de Manresa.
La entrada por el Pont viejo refleja la importancia de la villa, que desde arriba del Castillo de Castellbell fue punto estratégico para la defensa de Montserrat y el Vallés. En Castellbell i el Vilar también se encuentran exponentes del románico catalán, como son las iglesias de Sant Jaume y Sant Cristòfor, Tesoros del Bages.
La importancia del río se hace patente en la tradición industrial del Bages, donde varias colonias textiles habitan la ribera del Llobregat. A nivel natural, la villa ofrece diferentes rutas, circuitos de orientación, senderismo o escalada en orden al meandro del Llobregat.