El Castillo de Balsareny, declarado bien cultural de interés nacional en 1949, es sin duda el monumento más representativo y emblemático de la población y uno de los más conocidos de la comarca.
Se trata de una fortificación fechada el 951 y buen ejemplo de fortaleza de estilo gótico civil catalán. Es uno de los pocos castillos regulares y homogéneos de la Cataluña central debido a que se planificó y edificar en una sola campaña constructiva. Junto al castillo se encuentra la ermita románica que data de siglo XII, donde se venera a la Virgen del Castillo la fiesta de la que se celebra el 8 de septiembre. El castillo y la ermita son de propiedad privada, pero se realizan visitas guiadas.
A pie del castillo, en el río Llobregat, se encuentra la presa donde nace la acequia que abastece de agua a la ciudad de Manresa, su reconstrucción en 1583 generó un censo que a día de hoy todavía sigue vigente.
Durante la Fiesta de los Traginers, el castillo se convierte en visita obligada, ya que es en la subida de acceso a la misma donde tienen lugar las carreras de caballos, mulas, asnos y ponis.